Simplemente agradezco a Dios por haberme regalado la maravilla de la existencia, se que el confía en mi, y también se que cumpliré con la misión que el me puso en el instante que vi por primera vez la luz de este hermoso sol.
A mis profesores, se que sin ustedes jamás hubiera podido llegar hasta este momento, jamás podré pagarles su enseñanza e infinita confianza que me brindaron, gracias por su tiempo y por darme las bases que me acompañaran de aquí en adelante.
martes, 26 de agosto de 2008
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